Ana, mamá de Erick nos cuenta que cuando el niño tenía 3 años y medio, constantemente se enfermaba con neumonía y en una de las hospitalizaciones que tuvo, el médico le indicó que tenía Leucemia Linfoblástica Aguda. Nos comenta su madre que cuando el doctor le dio el diagnóstico “Estaba sola, fue terrible, todo mi mundo se vino abajo”.
Con voz resquebrajada nos expresa que el tratamiento fue un proceso muy difícil y complicado. Erick constantemente se quejaba de dolor en sus piernitas, lloraba mucho, no se dejaba inyectar y tuvo un cambio drástico en su comportamiento, por lo que se vio obligada a explicarle a su hijo sobre su enfermedad…
