NUESTRA HISTORIA

Un sueño que reconstruye vidas

Rocío y su esposo Patricio disfrutaban de su hija única y de su éxito laboral en la ciudad de Quito. Rocío llevaba trabajando 25 años como Gerente Administrativa en una prestigiosa empresa; Patricio durante 16 años fue Jefe de Seguridad Industrial y de Medioambiente en una importante multinacional y Camila Salomé de 14 años de edad había aprobado su noveno año con un excelente promedio académico. En el 2014 planearon unas hermosas vacaciones para Camila junto a su tía paterna en Estados Unidos, esta sorpresa llenó de felicidad a su hija quien emprendió esta aventura con mucha emoción y alegría.

Un viaje que cambió la vida de toda la familia

Durante su estancia en Estados Unidos, Camila tuvo un fuerte deterioro en su salud, lo que obligó a sus padres a realizar un viaje de emergencia en el que recibieron la peor noticia de su vida, su hija tenía un tipo de cáncer incurable. Luego de un corto tiempo de permanencia en ese país los tres regresaron a Quito con sus sueños y esperanzas volcadas a tratar de recuperar la salud de Camila.Rocío dejó su trabajo de manera definitiva y Patricio empezó a trabajar media jornada para estar el mayor tiempo cuidando a su hija, pero la preocupación de Camila era solo una “no quiero perder el año”.

Es así que, luego de varios intentos fallidos para conseguir un cupo en un colegio para Camila, su madre decide convertirse en su maestra en casa y juntas lograron aprobar décimo año.

La preocupación de Camila era solo una, “no quiero perder el año”

Una vida que se convirtió en un sueño

Luego de dos años de vivir con cáncer Camila Salomé parte al cielo llenando de inmenso dolor el corazón de sus padres, un dolor que decidieron convertirlo en una oportunidad para familias que están

atravesando las dificultades que trae consigo el cáncer infantil.
En memoria de su única hija, se abrió las puertas de la Fundación Camila Salomé para cumplir el sueño de Camila y de varios niños, niñas y adolescentes con cáncer, de seguir estudiando y acceder a una educación de calidad en sus hogares. Rocío ve reflejado el sueño de su hija en cada uno de los niños, niñas y adolescentes que la Fundación ha logrado atender: “Quiero brindar a los niños con cáncer lo que Camila no tuvo, esta Fundación es mi hija, Camila es el motor que seguirá empujando nuestro trabajo”.



HISTORIA DEL LOGOTIPO

La imagen de lo que es hoy el logotipo de la Fundación Camila Salomé, es una creación personal de Camila Salomé, con la que participó en un concurso de pintura para niños, niñas y adolescentes con cáncer organizado por la Fundación de Ayuda para Niños y Adolescentes con Cáncer (FANAC) y obtuvo el segundo lugar.

Cuando desarrollamos el Proyecto de la Fundación y creamos una página de Facebook para publicar los avances y la ayuda que brindábamos en ese momento, fue necesario crear una imagen que nos identifique y decidimos tomar la pintura realizada por Camilita, ya que además de gustarnos, es una creación de nuestra hija. Esta imagen luego fue retocada por la Diseñadora Gráfica Paulina Enriquez y se convirtió en el logotipo de la Fundación.