- 2021
- MAR-15
LA CAMISETA GUERRERA DE LOS MIÉRCOLES
Por Fundación Camila Salomé“Johan, es un niño guerrero de diez años que venció todo pronóstico desfavorable de los médicos” (Madre de Johan, Ivonne)
Después de haber culminado las clases con su profe Stefy. Ellos se vuelven a ver, para conversar acerca de cómo siguen los controles en SOLCA. Johan recibió su última quimioterapia en Julio del 2020, pero es importante mantenerse alerta para evitar recaídas.
La familia jamás olvidará el momento que les cambio la vida. A sus 7 añitos, Johan fue diagnosticado con Leucemia Linfoblástica Aguda. Por la cabeza del pequeño, pasaron ideas como: “Ya no podré ir a la escuela”. Eso que antes lo llenaba de alegría, podía desaparecer, fue una gran desilusión.
Johan en su corta edad, no asimilaba lo delicado de su enfermedad y todo lo que implicaba. Sobre todo en el cambio a un nuevo estilo de vida. Ahora, tras lo vivido este valiente pequeño dice: “es una prueba que Dios me puso a mí y lo voy a superar”.
Para ayudar a Johan a sobrellevar su diagnóstico y tratamiento, sus primas le regalaron una camiseta que el niño usaba todos los miércoles. Días en los que le realizaban las quimioterapias. Era algo simbólico “La camiseta guerrera de los miércoles”, de esta forma el sentía que sus primas estaban con él en esos momentos de dolor, su sentimiento de soledad disminuía y le daba fuerza para soportar su tratamiento.
Al inicio, la preocupación de la familia era la salud de Johan, por lo que tuvo que abandonar sus estudios. Tanto ellos como el colegio de Johan se despreocuparon de atender este aspecto. Incluso, sin existir acompañamiento académico lo hicieron pasar de año sin tener los conocimientos previos.
Ivonne nos cuenta que un día en el chat de las “madres de guerreras” de SOLCA conoció de la ayuda que daba la Fundación Camila Salomé, para la continuidad de la educación de los niños y luego de hacer una indagación previa, se acercó a la Fundación donde recibió ayuda para su hijo por dos años consecutivos. Lo que le permitió a Johan adquirir los conocimientos que le correspondían de acuerdo a su edad y estar a la par de sus compañeros.
“Sin Ustedes, la institución educativa del niño no se hubiese empoderado del caso de mi hijo, gracias por toda su ayuda” (Ivonne)
Entre recuerdos y lágrimas de nostalgia, Johan sabe que su vida volverá a tener un nuevo cambio, con mucha ilusión espera pronto estar en las aulas de su escuela para poder hacer todo lo que sus compañeros hacen día a día. Con mucha gratitud agradecen a la Fundación y a la docente domiciliaria que les brindó la ayuda continua durante su tratamiento y se despiden.